La adolescencia es un período complejo, siendo una etapa de transición entre la niñez y la etapa adulta, compuesta por diversos cambios, tanto a nivel físico, cognitivo, como emocional.
Los padres pueden quejarse de que sus hijos no los escuchan, no se comunican y viven aislados en su habitación, y por otro lado, los adolescentes referir de sus progenitores que éstos no los entienden.
La adolescencia es la época donde se pone en cuestión lo establecido, y surgen los enfrentamientos de las normas impuestas a nivel familiar. Las habitaciones se acumulan de ropa, llegan y se van, sin saludar o despedirse, y las muestras de afecto se pueden transformar en algo terrible para ellos/as.
Las emociones del adolescente se vuelven turbulentas, pudiendo la rabia, la tristeza y el aburrimiento, ser estados que se suelen percibir a menudo y de manera muy cambiante. Son tantos cambios en sí, que ni el mismo adolescente parece a veces comprenderse.
A la vez, como padres, se siente como una etapa vertiginosa, de confusión, conflictos, y desacuerdos reiterados, donde la tarea que debemos interiorizar como principal, es comprender que nuestros hijos han ido creciendo, y hacernos partícipes de este proceso de cambio, siendo nuestros más grandes aliados la paciencia y la comunicación constante.
¿Y cómo nos entendemos
A través del afecto, el interés hacia sus percepciones, ideas e intereses, y comprender junto a ello que el teñirse el pelo, vestirse de manera particular, o el escuchar cierto tipo de música, es parte del mismo desarrollo de la identidad.
Es importante
Darse el tiempo para escucharlos, respetando sus sentimientos y puntos de vista, independiente de nuestra posición,
Aceptar su visión desde un punto de tolerancia, sin juzgar. Si tu hijo/a sabe que estas dispuesta/o a entenderlo, acudirá a ti cuanto tenga un problema.
Intenta ver sus cualidades, destacando lo positivo por sobre lo negativo. Critica un comportamiento, no una actitud, “que pena encontrar tu pieza desordenada”, es mucho mejor que, “eres tan desordenado”.
La adolescencia es una etapa llena de cambios, en la cual los hijos necesitan ser y sentirse acompañados, recibiendo la guía de sus padres para poder enfrentarse a todos esos cambios con autonomía.
Como padres somos una figura clave que debe establecer límites y estar ahí para resolver sus inquietudes, formar, y como, no, negociar las normas igualmente.
No te embarques en una lucha constante e inútil, concéntrate en mantener una buena relación, porque en sí, todos fuimos adolescentes, y a pesar de ser una etapa dura, esta pasa…
Natalia Avaria
Psicóloga Clínica Infanto-juvenil